El local en esencia es como una Gilda, simple, pero con poder de conservación en el tiempo. Un lugar de referencia donde lo contemporáneo se equilibra con la taberna castiza. Como Rita Hayworth, un bocado perfecto entre lo picante y lo salado.
Si algo nos gusta en Madrid es la hora del vermut, pero todos sabemos que la cosa no va de un vermut. Va de reunirse, de disfrutar de un rato con amigos, reír y comer.
Inspirados en la última cena, se dispone una gran mesa-barra donde todo el mundo pueda celebrar. Pero no la última, sino como todos sabemos “la última y nos vamos”. Un bar sin barra, pero no sin mesas. Muchas mesas, mucho taburete y mucha gente. “Spain is different”. Aquí el vermut se toma de pie y con gente.